De nuevo en la rutina y dejada atrás las fiestas, llega el momento de la recuperación integral. De resetearse y eliminar los excesos de las navidades que se han dejado más llenitas las reservas de nuestro cuerpo y toxinas en nuestra piel.
Los resultados ya lo sabemos: algún que otro kilo de más y una piel desequilibrada. Los continuos cambios de temperatura, y alimentos ricos en grasa y alcohol, desregulan y depositan toxinas a nivel celular que afectan a las funciones vitales de nuestras células.
Los tratamientos detox tienen una función: detoxificar, es decir, purificar y limpiar nuestro organismo por dentro. Son tratamientos que actúan por dentro y se van a reflejar por fuera.
Aunque la acumulación de toxinas en nuestro organismo es continua y los tratamientos detox deben ser rutinarios, tras épocas de excesos son recomendables terapias de choque.
Tanto a nivel facial como corporal, tras una valoración previa, se identificarán las necesidades individuales para focalizar los tratamientos en aquellas zonas problema.
A nivel facial
La piel suele verse apagada, desvitalizada, deshidratada y más sensibilizada de lo normal. En definitiva, debe reequilibrarse mediante:
- Higiene facial para eliminar impurezas y prepararla para los siguientes pasos
- Peelings superficiales, que maticen tono, eliminen imperfecciones y permitan la penetración de principios activos que se emplearán posteriormente
- Tratamientos de hidratación para reestructurar el equilibrio hídrico, base de una piel saludable
- Tratamientos de regeneración para reparar el daño sufrido
A nivel corporal
- Programa nutricional personalizado para eliminar el exceso de peso basado en alimentos con propiedades detoxificadoras
- Tratamiento de la adiposidad localizada. Para tratar la adiposidad localizada se emplear aparatología específica que actúe sobre el adipocito y ayude a remodelar el cuerpo
- Eliminación del exceso de líquidos. El exceso de comidas lleva consigo una mayor retención de líquidos y toxinas que deben ser tratados con tratamientos drenantes
Tu piel y tu cuerpo es un reflejo de tu salud. Recuerda que debes seguir una alimentación saludable incluyendo en tu dieta frutas, verduras, frutos secos y pescado azul, portadores de micronutrientes antioxidantes, beber la cantidad adecuada de agua y hacer ejercicio regularmente.