La radiofrecuencia facial es en la actualidad uno de los tratamientos más demandados para combatir la flacidez y mejorar su calidad y elasticidad.
¿Qué es la radiofrecuencia?
La radiofrecuencia es una onda electromagnética que se convierte en calor cuando la aplicamos en la piel. Mediante esta temperatura controlada estimulamos la formación de colágeno en la piel, que con la edad ha ido disminuyendo dando lugar a la flacidez de los tejidos. Además, estimulamos la vascularización de la piel y mejoramos el drenaje linfático de la misma.
¿Qué garantiza los mejores resultados?
Las radiofrecuencias de última generación focalizan la energía en la capa de la piel donde nos queremos centrar, optimizando el efecto del tratamiento. Existen diferencias tecnológicas entre las diferentes máquinas de radiofrecuencia del mercado, y esta diferencia se va a notar en los resultados. Actualmente, los avances tecnológicos de las radiofrecuencias se centran en el cabezal, y algunas de ellas como la radiofrecuencia Endymed, utilizan una tecnología patentada para controlar el grado de penetración en la piel y hacer el efecto en la zona deseada.
La formación del técnico que realiza el tratamiento es igualmente importante, si el 50% del resultado lo conseguimos por la máquina, el otro 50% del éxito del tratamiento lo conseguiremos gracias a la mano que realiza el tratamiento, ya que se debe trabajar a temperaturas adecuadas para estimular la colagenogénesis o formación de colágeno, o para conseguir un efecto de reducción del adipocito cuando queremos trabajar la grasa corporal.
¿A qué edad podemos empezar con un tratamiento de radiofrecuencia?
La radiofrecuencia se puede aplicar cuando comienzan a aparecer los primeros síntomas de la edad y es un tratamiento para todas las edades, ya que es un tratamiento para mejorar la calidad de la piel, y la pérdida de colágeno es progresiva a partir de los 30 años.
A edades más tempranas la capacidad de formar colágeno es mayor que edades más tardías, y por eso es un gran tratamiento no sólo para mejorar sino también para prevenir el envejecimiento facial. Cuando la piel tiene un mayor grado de flacidez es recomendable combinarla con otros tratamientos que favorecen el rejuvenecimiento facial mediante la formación de colágeno, eliminación de arrugas o reposición tejidos, como pueden ser los hilos tensores, bioimplantes faciales como el ácido hialurónico o la plasmaterapia.
¿Es compatible con otros tratamientos médico estéticos?
Es compatible con muchos tratamientos, pero no con todos. En el caso de la existencia de rellenos faciales con ácido hialurónico, es recomendable evitar la zona del relleno, ya que la temperatura provocada puede producir la degradación del ácido hialurónico.
Para otros tratamientos como los hilos tensores, radiesse® es recomendable seguir las pautas del médico y esperar el tiempo que paute el especialista.
¿Qué zonas se pueden tratar?
Se puede emplear en aquellas zonas donde más preocupa la flacidez de la piel:
- Cara y cuello
- Abdomen y flancos
- Cara interna de brazos
- Glúteos
- Piernas
¿Cómo funciona la radiofrecuencia?
El efecto de la radiofrecuencia lo vamos a notar en dos tiempos: un efecto flash nada más terminar la sesión, ya que el calor actúa en provocando un acortamiento de las fibras de colágeno ya existentes. A largo plazo y con el efecto acumulativo de varias sesiones conseguiremos estimular nuevas fibras de colágeno en la piel. El resultado después de un tratamiento completo de radiofrecuencia facial es la mejora de la calidad de piel, el tensado y la reposición de tejido en pómulos y arco mandibular, proporcionando juventud al rostro y el aspecto de piel más saludable.
¿Qué cuidados posteriores se deben tener?
El tratamiento con radiofrecuencia es un tratamiento que no requiere cuidados posteriores. Se recomienda no enfriar la piel de forma brusca con agua fría, ya que el calor residual de la radiofrecuencia continúa haciendo un efecto en la piel que no es recomendable cortar.
No es incompatible con el sol, por lo que es un tratamiento que puede realizarse en verano, aunque es recomendable la exposición directa al sol el mismo día que se realiza la radiofrecuencia.