Después de la acumulación de tantas horas de exposición al sol nuestra piel llega sin luz y deshidratada, a pesar de habernos embadurnado en protectores solares y cremas hidratantes prácticamente a diario. Lo cierto es que la acumulación de horas de exposición solar durante el verano provocan una acumulación de radicales libres en nuestra piel que aceleran su fotoenvejecimiento, y consecuentemente la deshidratación de la piel, formación de arrugas, pérdida de firmeza y elasticidad, y aparición de manchas y granitos, etc.
¿Cómo recuperar la luminosidad y la frescura de la piel?
Para conseguir reparar el fotodaño te recomendamos actuar desde diferentes frentes:
Tratamientos médico-estéticos
Peeling químicos reparadores del daño solar. Este peeling reparador contiene un cóctel de principios activos que revierten estos efectos nocivos del sol, bien directamente mediante su neutralización, o bien indirectamente reparando biomoléculas dañadas, consiguiendo recuperar la salud de las células dañadas. Se recomiendan 3-4 sesiones distanciadas cada 3 semanas.
Peelings medios o profundos. Para reparar alteraciones en la piel, como las hiperpigmentaciones o acné, el médico estético valorará su tratamiento con otros tipos de peeling como el salicílico o el fenol. Estos tipos de peelings se suelen programar de cara al otoño, cuando han disminuido el nivel de radiaciones ultravioleta y minimizar efectos indeseados.
Mesoterapia con ácido hialurónico. Se realiza mediante micro inyecciones de ácido hialurónico de la gama skinbooster que son de baja reticulación y densidad, que hidrata en profundidad sin dar volumen. El resultado es una mejora en la elasticidad, firmeza, luminosidad y reducción de arrugas finas y pequeñas imperfecciones de la piel.
Tratamientos Cosméticos
Los tratamientos cosméticos son fundamentales para llegar al resultado esperado. Son los deberes de casa.
Durante el verano la piel sufre un engrosamiento para protegerse de la radiaciones solares, por eso es importante emplear exfoliantes que eliminen capas de piel y la preparen para la absorción de los activos. Se pueden emplear exfoliantes físicos (scrub), o químicos como los enzimáticos. La frecuencia de la exfoliación dependerá de cada tipo de piel.
Emplear cosmética de tratamiento con principios activos antioxidades y regeneradores que contengan retinol, vitamina E y vitamina C (en sus formas cosméticas más estables para aprovechar lo más posible su actividad farmacológica), coenzima Q, factores de crecimiento o péptidos biomiméticos, etc, son de gran ayuda.
Alimentación sana
Es una gran baza al alcance de todos para conseguir una piel bonita, luminosa y de aspecto saludable. Una alimentación sana y equilibrada aporta gran cantidad de vitaminas y nutrientes esenciales que van a contribuir a regenerar y cuidar la piel desde dentro.
Apúntate a la moda saludable de los smoothies o zumos naturales. En internet puedes encontrar miles de recetas que combinan verduras, frutas, alimentos energizantes como el jengibre, y extras saludables con multitud de propiedades beneficiosas como son las semillas (chía, lino, etc), hojas de menta, etc. Los zumos naturales concentran .
Duerme las horas suficientes, bebe dos litros de agua al día y haz deporte dos o tres veces a la semana y conseguirás cumplir el objetivo.